Hacer pan en casa

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Hoy en día, todos tenemos un amigo, un vecino, un compañero de trabajo que hace pan en casa. Y yo no puedo dejar de preguntarme ¿cómo es posible que en el mundo actual, en el que no tenemos tiempo para nada, en el que las relaciones las establecemos a través de la red, en el que todo tiende a deshumanizarse, muchas personas invierten parte de su preciado y escaso tiempo en hacerse el pan? ¿Qué tendrá este producto que se está convirtiendo en el estandarte del cambio de nuestras costumbres?

Hacer pan es un arte si lo hacemos con las manos y el corazón. Y poco a poco, mucha gente lo está descubriendo y apreciando, que todavía es más difícil.

Gracias a compañeros de oficio, hemos conseguido hacer llegar esta pasión por hacer pan a todo el mundo. Hemos salido de la soledad del obrador, y nos hemos acercado a los consumidores con talleres, cursos o catas. Hemos publicado libros, manuales y recetas. Hemos llegado a la red con fuerza, creando blogs, webs, consiguiendo ser “top trending topic”, es decir, consiguiendo que se hable de pan desde cualquier óptica, sin tener que ser un experto en la materia.

Algunos pueden pensar, ¿es bueno que se hable de pan aunque no se domine el oficio? Pues yo le contestaría que sí. Que es muy bueno que un producto tan nuestro desde hace siglos pueda volver a nacer después de años de olvido y marginación. Entre todos hemos conseguido que el pan, además de valorarse gastronómicamente, vuelva a valorarse en nuestros hogares. Hemos llegado a un punto en el que todo ya no vale. En el que no compramos el pan que nos sale más económico o el que nos venden al lado de casa. Ahora todos somos más exigentes y queremos un pan de calidad, un pan con sabor a pan.

Llegados a este punto, me consta que muchos consumidores y amantes del pan han querido ir más allá y disfrutar de toda la transformación. Han deseado experimentar y convertir su cocina en un obrador doméstico para vivir todos los procesos desde dentro. No se han conformado con descubrir y consumir un buen pan, han conseguido HACER PAN.

Y, ¿por qué? Porqué se han tomado su tiempo, se han divertido buscando materias primas de calidad, mezclando la harina con el agua, amasando con sus propias manos, dejando reposar, fermentar… Disfrutando de los cambios que se producen, de los olores, de las texturas… Entendiendo que el pan es algo más que un alimento necesario para nuestra dieta, que es el reflejo de quien lo amasa, de quien lo ve transformarse y de quien lo consume.

¿Elaboras pan en tu casa? Cuéntanos y te resolvemos cualquier duda.

P. D. Recuerden que estamos en Twitter: @gourmetjournal y Facebook.

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