En esta semana vamos a tener en cuenta, algo tan simple pero a la vez de vital importancia, si queremos disfrutar de los vinos, vamos a dar consejos de una forma sencilla y amena, y sobre todo con una terminología a nivel de todos los amantes del vino.
Y si de buena conservación del vino tendremos que tener en cuenta los siguientes factores, representados en la pirámide anterior.
Humedad
Será alta, pero no excesiva (entre 70% y 90%) puesto demasiada humedad nos provocará moho en las etiquetas de las botellas y la falta de ésta producirá que los corchos resequen, si un corcho está seco se dilata y si se dilata pierde vino, con la consecuencia de entrada de oxigeno en la botella, significando esto =VINO OXIDADO.
Aireación
Indispensable en la conservación, será activa y constante, evita los malos olores, dificulta el desarrollo del moho y provoca la renovación permanente del aire.
Iluminación
- El vino no necesita iluminación, los efectos de la luz sobre el vino son los siguientes:
- La luz degrada rápidamente el vino por la oxidación irreversible de los taninos.
- Los rayos UV traspasan el color verde de las botellas.
- El exceso de luz nos provocará calor si se tienen puertas que sean opacas.
Vibraciones
Las vibraciones perturban el lento proceso de la evolución bioquímica y son a menudo fatales para en los mejores vinos.
Es imprescindible no dejar envejecer el vino a temperaturas demasiado elevadas pues la evolución bioquímica del vino está ligada estrechamente a la del vino.
Las temperaturas óptimas para la conservación del vino oscilarán entre los 10 ºC y los 14º C, por supuesto estas temperaturas son diferentes a las temperaturas de servicio.
También tenemos que tener en cuenta la llamada enfermedad del reposo, para la que tenemos que esperar dos o tres meses en algunos vinos con crianza y recién embotellados de la bodega, para que durante este tiempo se estabilicen todos los componentes del vino.
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