Como buena latina, a la hora de darme el privilegio de un postre, prefiero un Flan a un Pie
La herencia que me han dejado en mi familia en relación a un flan son como mandamientos para mí: un buen flan no puede saber a huevo, debe ser suave, balanceado, nada empalagoso y el caramelo debe ser lo suficientemente delicado para que no se convierta en el protagonista de la receta. Los flanes son de los más populares en mi cocina entre familia y amigos…espero que tambien la tuya.
El sabor del “butternut squash” o “winter squash” como se conoce en Estados Unidos, o auyama dulce o calabaza de invierno como se conoce en el Caribe y algunos países en Latinoamérica, es mucho más dulce y delicada que la calabaza naranja con la que en México prepararan los buñuelos, los americanos hacen el tradicional pie o en Puerto Rico guisamos las habichuelas (frijoles). Por eso es perfecta en cualquier dulces, ensaladas, pastas, pan o hasta en una ensalada de quinoa o panacotta.
Ingredientes
- 1 Lata de leche condensada
- 1 Lata de leche evaporada
- 4 Huevos
- 2 Tazas de calabaza dulce (pelada, hervida, majada y sin líquido)
- 1 Taza de azúcar (me gusta usar azúcar de caña orgánica)
- 1/4 cucharadita de vainilla natural (1 vaina)
- 1/2 limón o lima
Elaboración paso a paso
- Precalienta el horno a 180 ºC.
- En un envase profundo bate bien los 4 huevos.
- Luego añades las leches y mezclas bien.
- Después añades la calabaza bien majada y sin residuos de líquido.
- Ahora, concéntrate que vas a hacer el caramelo. En un sartén pequeño en temperatura mediana echa la azúcar y unas 4-5 gotitas de limón, unas 4 5 gotitas de agua y empieza a moverlo hasta que esté totalmente derretido con casi ningún grano y de color dorado obscuro….no marrón ni quemado, para que no se altere el sabor delicado del flan (5-7 minutos aproximadamente)
- Luego lo echas en el molde asegurándote que se cubra todo el fondo y un poco de las paredes. Después de que el azúcar se haya secado, le añades la mezcla.
- Entonces, listo para entrar al horno en baño María, poniéndolo dentro de otro molde que tenga agua suficiente para cubrir al menos ¾ partes del molde del flan. Lo vas a dejar por unos 45 minutos en 350-360 grados F o hasta que le introduzcas un cuchillo y salga limpio (sin mezcla pegada).
- Cuando pierda calor, lo pones en la nevera para que se enfríe bien. Al momento de servirlo, lo despegas del molde a vuelta redonda usando un cuchillo o espátula fina. Luego lo volteas a un plato liso que sea más grande que el molde de hornear y listo para comer! Lo puedes decorar con menta, o crema batida o como me gusta a mi: con crema batida de queso de cabra y semillas de calabaza (pepitas) tostadas para darle un toque aun más “chic” y festivo.
¿Qué te parece? ¡Cuéntanos el resultado!
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