Los refrescos y tónicas Indi nacen a partir de una destilación artesanal
Ubicada en el Puerto de Santa María, Indi recoge la tradición centenaria en la elaboración de bebidas partiendo de botánicos procedentes de América y Asia desde hace más de quinientos años.
Se trata de bebidas naturales sin alcohol, elaboradas mediante la destilación y maceración de distintas plantas y cítricos procedentes del Valle de Guadalquivir.
Bebidas cada vez más demandadas y valoradas en todo el mundo por un perfil de cliente gourmet que quiere degustarlas de forma individual, como una bebida Premium, o combinadas con sus destilados preferidos, en los “mixer” más actuales.
Nacen del conocimiento centenario atesorado alrededor de los puertos de Cádiz y Sevilla como centros mundiales del comercio de botánicos y especies de las Indias, tanto orientales como occidentales. Esa sabiduría única se extiende a los delicados procesos de maceración y destilación.
Como dato curioso, la quinina se empezó a consumir para combatir la malaria, al ser tan amarga, la población la mezclo con ginebra, dando lugar a un combinado en plena evolución.
El proceso…
La elaboración completamente artesanal en una centenaria destilería de Cádiz es la clave que marca la diferencia. Aquí, también se prepara el licor de Cacao Pico que data desde 1824. Indi se produce igual que hace siglos, algo que se percibe y aprecia.
Primero se maceran durante al menos 2 meses los diferentes botánicos en alcohol, en garrafas o damajuanas tradicionales de cristal de 20 litros, logrando una extracción en frio de piel de naranja de Sevilla, mandarina, limón, yuzu japonés, lima persa, kalamansi, así como flores de azahar de Sevilla, kewra de la India, violeta y también cardamomo, corteza de quino o nuez de cola, dando lugar a los cuatro sabores: tonic, lemon tonic, seville orange y el último en incorporarse black o cola.
Tras la maceración, tiene lugar la destilación a baja temperatura, en alambiques artesanos de cobre que funcionan sin fuego directo, calentados por agua, al baño María. Sólo así se consigue respetar la naturaleza de los diferentes botánicos, conservando la máxima pureza e intensidad del sabor y aroma. Son alambiques centenarios, auténticas joyas, que requieren un tratamiento y cuidado tan minucioso como personalizado.
En la destilación se obtienen distintos tipos de aceites esenciales que combinados y añadidos a zumos naturales de diferentes cítricos como el limón, la lima o la naranja del Valle del Guadalquivir más azúcar blanca y de caña y agua purificada, dan como resultado esta variedad de refrescos.
Un proceso minucioso y único en el Mundo que acentúa a los refrescos y tónicas Indi en lo más alto de las bebidas sin alcohol.
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Ver: La Ginebra; pasado, presente y futuro
