5 consejos para un buen jamonero

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Ya tengo mi jamón ¿Y ahora qué? ¿Dónde lo corto? ¿Me valdrá aquel jamonero que me regalaron con el lote de yogures?

A ver, personas de bien, tener un jamón en casa es una fuente de satisfacción, pero debemos prestar atención al soporte que utilizamos para poder cortarlo con comodidad y sobre todo con seguridad y que no convirtamos este arte en la Matanza de Texas.

Jamoneros verticales

Salvo que nuestra cocina sea la de un liliputiense, el soporte debería estar en posición horizontal, sobre todo si queremos aprovecharlo al máximo. La verticalidad (total o parcial) nos impedirá cortar con comodidad las lonchas de la zona de la punta.

En el caso de jamoneros verticales, el peso del soporte juega un papel muy importante. Por las leyes de la física clásica, si colocamos un jamón de unos 8,5 Kilogramos sobre un soporte que pesa 1,7 kilogramos, las posibilidades de que el pernil se venza y se caiga, convierten este soporte en una opción poco segura.

Si no nos queda más remedio que colocar el jamón en posición vertical, intentemos al menos, que el soporte esté anclado a la pared.

Cuantas más sujeciones mejor

Si hablamos de un jamón de unos 8.5 Kilogramos -que ya cuesta colocarlo en el soporte-, se me antoja harto complicado poder conseguir su inmovilismo total solamente con un tornillo. El jamón tenderá a bambolearse mientras lo estemos loncheando y se nos puede ir al suelo. Por este motivo, cuantos más puntos de agarre tengamos, mucho mejor.

Jamonero vertical, plegable y giratorio, respectivamente.

Jamoneros plegables

La ventaja de estos soportes es que una vez terminado el pernil, lo guardamos (casi) en cualquier sitio. El inconveniente es que la mayoría sólo tienen un punto de sujección y en ese caso, tendríamos el inconveniente del punto anterior.

¿Lo ideal si lo queremos plegable? Encontrar uno plegable con más de una sujeción y cuya base sea de acero o de alguna madera dura (roble o haya )… y como las meigas, «haberlos, haylos».

 Jamonero giratorio

Este sistema nos permite darle la vuelta a la pieza sin necesidad de desenroscar y volver a enroscar el jamón para empezarlo por el lado contrario. Es un sistema limpio, fácil, cómodo y muy seguro. Prácticamente la totalidad de los profesionales usamos este sistema por su versatilidad y su facilidad a la hora de trabajar.

Además tiene un sistema de balancín que se activa con una palanca y que facilita el ángulo de corte adaptándose a nuestra propia altura (y a la altura de la mesa sobre la que estemos trabajando).

Más caro, no siempre es mejor

Aquí nos vamos a detener un poquito. La variedad de precios es amplia: Hay jamoneros por 10 euros (horizontal, madera de pino, una sola sujeción y herrajes metálicos) y otros que cuestan más de 600 euros (horizontal, soporte giratorio elaborado con madera de haya, sistema balancín y herrajes de acero inoxidable). Si éste último además lo queremos personalizar, la cifra se puede disparar hasta límites insospechados.

¡No entréis en pánico! En el mercado se puede encontrar un soporte jamonero giratorio desde 75 euros (madera de pino y herrajes metálicos) que nos va a facilitar mucho la tarea y no nos va a perjudicar mucho el bolsillo.

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  1. pedro says:

    Muy buen articulo articulo.

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