El calentamiento global está afectando a la maduración de la uva y a las zonas de cultivo
Uno de los momentos más importantes en el ciclo de vida anual de una vid es el inicio de la maduración, cuando las uvas cambian del color verde al tinto y, naturalmente, comienzan a endulzarse. A este proceso se la llama envero. También ocurre en las uvas blancas, pero sin los cambios de color, ya que simplemente se tornan translúcidas.
Antes del envero, las uvas de vino son pequeñas, duras, muy ácidas y de color verde por la presencia de clorofila. Cuando comienza el envero, la vid comienza a transportar sus reservas de energía desde las raíces hasta las uvas. El azúcar aumenta en todos los órganos de la vid, no solamente en la baya. La clorofila (moléculas responsables de brindar el color verde en las plantas) se reemplaza por antocianos (uvas rojas) o carotenoides (uvas blancas), azúcares y otros nutrientes.
Después del envero, las uvas comienzan a aumentar dramáticamente de tamaño a medida que acumulan azúcares y comienzan a desarrollar compuestos aromáticos. También durante este tiempo, la acidez comienza a decaer, pero el azúcar continúa aumentando (la evaporación del agua en la baya genera concentración de azúcar); el proceso de maduración demora entre 30 y 70 días para que las uvas estén completamente listas para hacer vino.
Durante las últimas tres décadas y debido al cambio climático, en la mayoría de las regiones productoras de vino, el envero y la madurez de las uvas se ha producido cada vez más temprano o más tarde. Pero el calentamiento global también está dando lugar a un cambio en la distribución del cultivo de la uva, lo que significa que la producción de vino está siendo posible en regiones anteriormente inadecuadas para la viticultura.
La mayoría de las regiones productoras de vino en Europa central se han beneficiado del aumento de las temperaturas, pero el impacto del calentamiento global obviamente varía según el tipo de vino producido y la ubicación geográfica.
Las áreas que pueden ser aptas para la viticultura van en aumento, especialmente en el norte de Alemania, Dinamarca y el sur de Inglaterra.
La industria del vino del Reino Unido está experimentando un rápido crecimiento. Actualmente hay más de 500 viñedos y 165 bodegas. El año pasado, se plantaron 1,6 millones de vides y se esperan otras 2 millones para este 2019.
Chardonnay, Pinot Noir, Pinot Meunier y Bacchus representan el 80% de todas las plantaciones en Gran Bretaña. El vino espumoso sigue siendo el estilo dominante, representando el 71% del vino producido en el Reino Unido.
Según las nuevas cifras de Wines of Great Britain (WineGB), la floreciente industria vitivinícola inglesa podría crear hasta 30.000 nuevos empleos para 2040.
Aun así, no se debe pasar por alto las repercusiones del calentamiento global, pues los productores de vino ubicados en zonas de alto valor histórico y prestigio han afrontado graves dificultades para continuar con una producción habitual. Si se tiene una fecha constante para realizar la cosecha y de pronto se observa que la vendimia será temprana o tardía, la economía del productor puede tener complicaciones.
La continua presencia del calentamiento global ha encendido focos rojos en zonas de baja altitud. Se tiene registro de que Venecia se hunde cinco centímetros por año y si la situación permanece con las condiciones actuales, el riesgo de inundaciones en el Mediterráneo podría aumentar un 50% durante los próximos 20 años.
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