Para esta semana vamos a cambiar radicalmente de vino y a romper con muchos tópicos acerca de estos caldos y es que si empezamos hablando de Beaujolais, lo primero que nos viene a la mente son un montón de chicas de can-can.
La bodega Maison Loron
El tercer jueves de Noviembre y repitiendo el ritual por todo el mundo y es que realmente hay franceses por todos los rincones del planeta que se crecen en decir que son franceses cuando se habla del Beaujolais nouveau, porque este vino primero del año es probablemente el producto con más marketing en el mundo. Su célebre frase “le beaujolais nouveau est arrivé” es más famosa que la propia marsellesa saliendo millones de botellas desde los aeropuertos de Francia a todos los rincones del mundo y así tienen una excusa para celebrar algo y sobre todo para sentirse franceses, pero no es de este vino del que vamos a hablar hoy.
El vino de esta semana es un vino de Beaujolais, pero de uno de los diez Cru que hay en la zona, y es el Moulin a Vent.
Los Grands Crus son diez pueblos, situados en las colinas, y son los de más calidad. A diferencia de lo que ocurre en Borgoña y en Alsacia, la expresión cru en Beaujolais se refiere a todo el vino que se produce en la zona, más que a un viñedo individual se refiere a las zonas de viñedo alrededor y Moulin à Vent recibe este nombre por un molino de viento local. Estos vinos no muestran normalmente la palabra «Beaujolais» en la etiqueta, en un intento de distinguirse del Noveau producido en masa; de hecho los viñedos en los pueblos Grand Cru (afortunadamente) no tienen permitido producir Nouveau.
La maison Loron es propietaria actualmente de una pequeña parcela de 12 Hectáreas de terreno bajo esta denominación desde 1998 que dia a día va creciendo en calidad y reputación.
El Vino: Au beau Molin (Apellation Moulin a Vent) 2005
Para este vino y como casi todos en Borgoña, es primordial conocer la denominación de origen e intentar no confundir con el Beaujolais Nouveau puesto que son productos totalmente diferentes. Si en el nouveau, prima la fruta, la frescura y sobre todo la alegría de ser el primero, en este caso de uno de los diez Cru de Beaujolais que aunque la denominación sea más cercana al Norte del Ródano, pertenece administrativamente a Borgoña, lo que prima es el “terroir” muy mineral, rico en ácidos de granito y manganeso que le dan complejidad, y sobre todo algo que en muchos vinos se ha perdido, que es la suavidad y es que tiene solo 12.5% un vino que se pueda beber sin complejos y lo podemos acompañar con bastantes opciones. Porque al ser tan delicado y con unos taninos tan sutiles nos da mucho juego para el maridaje con platos tan variados como pescados azules o incluso blancos si son salvajes, los platos de cuchara que no sean picantes, así como las carnes en prácticamente todas sus modalidades. Incluso este vino podría resultar un buen acompañamiento para después de comer y acompañarlo de un puro, dado las notas tostadas que muestra en boca.
Contracata
La vista de este vino nos destaca un color rubí, como de gelatina de cereza, parecido a la pinot – noir baja en color, cuando entra en nariz se notan esas notas de fresas y de frutos rojos, pero con una base acaramelada y un pequeño recuerdo de producto cárnico más concretamente de salchichón que nos empieza a definir la estructura del vino, la complejidad y que hablamos de un vino serio y a la vez fresco. Es difícil poner adjetivos tan dispares, pero este vino nos aporta toda esta magia que mezcla las notas de fruta roja y flores con los pequeños recuerdos a madera que lo hace persistente, en definitiva un vino para descubrir que no es “nouveau” todo el Beajoulais.
¿Qué te parece? Buena elección para el fin de semana. Esperamos tu opinión.
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